ESTAS DECISIONES DE LOS AMERICANOS INFLUENCIADAS POR LAS NUEVAS IDEAS Y PRINCIPIOS DE LAS REVOLUCIONES EN EUROPA, COMO LA FRANCESA Y EN AMÉRICA, LA DE ESTADOS UNIDOS. POR EJEMPLO LA IDEA DE SOBERANÍA DEL PUEBLO. ES DECIR LA CAPACIDAD Y LOS DERECHOS DE LOS DISTI NTOS INTEGRANTES DE UNA COMUNIDAD DE ELGIR LOS REPRESENTANTES AQUE LOS GOBIERNEN Y DECIDIR LAS CUESTIONES POLÍTICAS COMUNES.
ASIMISMO LA IDEA DE QUE LA SOBERANÍA RESIDE EN EL PUEBLO Y ÉSTE MEDIANTE UN CONTRATO Y POR CONSENTIMIENTO SE LA DA A LOS GOBERNANTES. AN TE LA AUSENCIA DE ÉSTOS LA SOBERANÍA VUELVE AL PUEBLO. EN 1810 LAS COLONIAS AMERICANAS DE ESPAÑA IN INICIAN LA REVOLUCIÓN. EN 1825 CASI TODAS LAS COLONIAS ESPAÑOLAS ERAN INDEPENDIENTES Y SE HABÍAN FORMADO MUCHOS DE LOS PAÍSES QUE EXISTEN EN LA ACTUALIDAD EN AMÉRICA LATINA
martes, 27 de abril de 2010
Desierto
Desierto
Situación y clima. En zonas con precipitaciones muy escasas y temperaturas con grandes variaciones entre día y noche.
Vegetación. Escasa y adaptada a la escasez de agua. Destacan los cactos (América), y las palmeras y las chumberas (África y Asia).
Fauna. Coyote, puma, serpiente de cascabel (América); dromedario, rata del desierto, cobra (África); etc.
Desierto
Situación y clima. En zonas con precipitaciones muy escasas y temperaturas con grandes variaciones entre día y noche.
Vegetación. Escasa y adaptada a la escasez de agua. Destacan los cactos (América), y las palmeras y las chumberas (África y Asia).
Fauna. Coyote, puma, serpiente de cascabel (América); dromedario, rata del desierto, cobra (África); etc.
Bosque mediterráneo
Bosque mediterráneo
Situación y clima. Zonas de inviernos fríos pero suaves y veranos calurosos, con precipitaciones escasas.
Vegetación. Árboles típicos: encina, alcornoque y quejigo. Arbustos: coscoja, lentisco, madroño y plantas aromáticas (romero, tomillo, espliego...).
Fauna. Lagartos, conejos, liebres, topillos, jabalíes, zorros, ginetas, gamos, águilas imperiales, etc.
Bosque caducifolio
Bosque caducifolio
Situación y clima. Regiones con clima lluvioso, con veranos cálidos e inviernos fríos, pero más templados que los anteriores.
Vegetación. Predominan los árboles como las hayas, los robles, los álamos y los castaños. Entre ellos crecen arbustos como la zarza.
Fauna. Ciervos, lobos, águilas reales, lirones, jabalíes... En invierno, el bosque cambia mucho. Las plantas se desprenden de las hojas, las aves emigran a zonas más cálidas, los reptiles paralizan su actividad, y los osos hibernan.
Bosque mediterráneo
Situación y clima. Zonas de inviernos fríos pero suaves y veranos calurosos, con precipitaciones escasas.
Vegetación. Árboles típicos: encina, alcornoque y quejigo. Arbustos: coscoja, lentisco, madroño y plantas aromáticas (romero, tomillo, espliego...).
Fauna. Lagartos, conejos, liebres, topillos, jabalíes, zorros, ginetas, gamos, águilas imperiales, etc.
Bosque caducifolio
Bosque caducifolio
Situación y clima. Regiones con clima lluvioso, con veranos cálidos e inviernos fríos, pero más templados que los anteriores.
Vegetación. Predominan los árboles como las hayas, los robles, los álamos y los castaños. Entre ellos crecen arbustos como la zarza.
Fauna. Ciervos, lobos, águilas reales, lirones, jabalíes... En invierno, el bosque cambia mucho. Las plantas se desprenden de las hojas, las aves emigran a zonas más cálidas, los reptiles paralizan su actividad, y los osos hibernan.
Sabana
Sabana
Situación y clima. Ecosistema propio de África, aunque los hay similares en América y Asia. En zonas tropicales, cálidas, con solo dos estaciones: una lluviosa (corta) y otra seca.
Vegetación. Predominan las hierbas, de gran altura, y árboles dispersos (baobabs y acacias).
Fauna. Cebras, gacelas, jirafas, ñúes, avestruces, leones, guepardos, búfalos...
Sabana
Situación y clima. Ecosistema propio de África, aunque los hay similares en América y Asia. En zonas tropicales, cálidas, con solo dos estaciones: una lluviosa (corta) y otra seca.
Vegetación. Predominan las hierbas, de gran altura, y árboles dispersos (baobabs y acacias).
Fauna. Cebras, gacelas, jirafas, ñúes, avestruces, leones, guepardos, búfalos...
Praderas y estepas
Praderas y estepas
Situación y clima. Ocupan amplias zonas del interior de los continentes. Clima templado y precipitaciones variables.
Vegetación. Las plantas predominantes son las hierbas, aunque existen algunos árboles y arbustos dispersos.
Fauna. En las praderas norteamericanas abundan bisontes y perrillos de las praderas. En las estepas euroasiáticas, las aves, como la avutarda.
Praderas y estepas
Situación y clima. Ocupan amplias zonas del interior de los continentes. Clima templado y precipitaciones variables.
Vegetación. Las plantas predominantes son las hierbas, aunque existen algunos árboles y arbustos dispersos.
Fauna. En las praderas norteamericanas abundan bisontes y perrillos de las praderas. En las estepas euroasiáticas, las aves, como la avutarda.
Taiga (bosque de coníferas)
Taiga
Situación y clima. Zonas de clima templado-frío, con inviernos fríos y veranos templados y húmedos.
Vegetación. Los bosques están formados por coníferas (pinos, abetos, cedros), árboles con hojas en forma de aguja, adaptadas a las bajas temperaturas invernales.
Fauna. Animales típicos son el alce, la ardilla, la liebre y el zorro.
Taiga
Situación y clima. Zonas de clima templado-frío, con inviernos fríos y veranos templados y húmedos.
Vegetación. Los bosques están formados por coníferas (pinos, abetos, cedros), árboles con hojas en forma de aguja, adaptadas a las bajas temperaturas invernales.
Fauna. Animales típicos son el alce, la ardilla, la liebre y el zorro.
Tundra
Tundra
Situación y clima. Zonas cercanas a los polos, donde los inviernos son extremadamente fríos.
Vegetación. Musgos, líquenes y algunas hierbas y arbustos con raíces poco profundas (el suelo está siempre helado). En verano, con el deshielo, aparecen charcas y praderas de plantas anuales.
Fauna. Bueyes almizcleros, renos, alces, zorros árticos, perdices nivales y roedores como los lemmings árticos.
Tundra
Situación y clima. Zonas cercanas a los polos, donde los inviernos son extremadamente fríos.
Vegetación. Musgos, líquenes y algunas hierbas y arbustos con raíces poco profundas (el suelo está siempre helado). En verano, con el deshielo, aparecen charcas y praderas de plantas anuales.
Fauna. Bueyes almizcleros, renos, alces, zorros árticos, perdices nivales y roedores como los lemmings árticos.
domingo, 25 de abril de 2010
martes, 20 de abril de 2010
DESPUES DEL DESEMBARCO
Testimonios
"Estábamos en una situación singular. A nuestra espalda el monte, al frente el caudaloso Uruguay sobre cuyas aguas batían los remos de las tres lanchas que se alejaban; en la playa yacían recados, frenos, armas de diferentes formas y tamaños; aquí dos o tres tercerolas, allá un sable, aquí una espada, más allá un par de pistolas; ponchos por un lado, sombreros por otro, todo mezclado como se había desembarcado.
Este desorden, agregado a nuestros trajes completamente sucios, rotos en varias partes y que naturalmente no guardaban la uniformidad militar, nos daba el aspecto de verdaderos bandidos.
Desde las once de la noche del 19 hasta las nueve de la mañana del 20 nuestra ansiedad fue extrema. Continuamente salíamos a la orilla del monte y aplicábamos el oído a la tierra por ver si sentíamos el trote de los caballos que esperábamos.
Lavalleja se paseaba tranquilamente al lado de un grupo de sarandíes, y habiéndose acercado don Manuel Oribe y Zufriategui diciéndole que eran las seis de la mañana y no llegaba Gómez con los caballos, les respondió sonriéndose: "Puede ser que Gómez no venga porque los brasileros lo tendrán apurado, pero Cheveste volverá y con los caballos; es capaz de sacarlos de la misma caballada de Laguna".
Cuando don Tomás Gómez, acompañado de Cheveste y Manuel Lavalleja llegaron con los deseados caballos, hubo muchos de nosotros que se abrazaron al pescuezo de estos, dándoles besos como si fuesen sus queridas."
Teniente Atanasio Sierra
Testimonios
"Estábamos en una situación singular. A nuestra espalda el monte, al frente el caudaloso Uruguay sobre cuyas aguas batían los remos de las tres lanchas que se alejaban; en la playa yacían recados, frenos, armas de diferentes formas y tamaños; aquí dos o tres tercerolas, allá un sable, aquí una espada, más allá un par de pistolas; ponchos por un lado, sombreros por otro, todo mezclado como se había desembarcado.
Este desorden, agregado a nuestros trajes completamente sucios, rotos en varias partes y que naturalmente no guardaban la uniformidad militar, nos daba el aspecto de verdaderos bandidos.
Desde las once de la noche del 19 hasta las nueve de la mañana del 20 nuestra ansiedad fue extrema. Continuamente salíamos a la orilla del monte y aplicábamos el oído a la tierra por ver si sentíamos el trote de los caballos que esperábamos.
Lavalleja se paseaba tranquilamente al lado de un grupo de sarandíes, y habiéndose acercado don Manuel Oribe y Zufriategui diciéndole que eran las seis de la mañana y no llegaba Gómez con los caballos, les respondió sonriéndose: "Puede ser que Gómez no venga porque los brasileros lo tendrán apurado, pero Cheveste volverá y con los caballos; es capaz de sacarlos de la misma caballada de Laguna".
Cuando don Tomás Gómez, acompañado de Cheveste y Manuel Lavalleja llegaron con los deseados caballos, hubo muchos de nosotros que se abrazaron al pescuezo de estos, dándoles besos como si fuesen sus queridas."
Teniente Atanasio Sierra
jueves, 15 de abril de 2010
CRUZADA LIBERTADORA
El Desembarco de los Treinta y Tres Orientales un 19 de abril -fecha patria que recordamos cada año- representó un hecho medular en la Cruzada Libertadora de 1825.
La Provincia Oriental había sido invadida por los portugueses en 1816 y, al ser incorporada a Portugal, había pasado a denominarse Provincia Cisplatina.
En setiembre de 1822, Brasil declaró su independencia y quiso que la Cisplatina quedara bajo su dominio.
Desde Buenos Aires y otros lugares de Argentina, un grupo de orientales liderados por Juan Antonio Lavalleja -quienes habían tenido que huir de su patria al oponerse a las intenciones del Imperio de Brasil- planeaba darle fin al dominio extranjero.
La victoria en la batalla de Ayacucho librada en 1824, que terminaba con el poderío español en esta región de América, llenó de entusiasmo y ánimo a estos patriotas.
Comenzaron entonces a organizarse para reunir dinero y armas a efectos de lograr sus objetivos. Se reunían en la sastrería de Pérez y Villanueva, cuyo encargado era el montevideano Ceferino de la Torre, o en los saladeros de otros compatriotas como Pascual Costa o Pedro Trápani. Contaron además con el apoyo del gobierno de Buenos Aires.
Cuando todo estuvo listo, hechos los contactos para proveerse de caballos cuando llegaran a las costas uruguayas, los orientales se embarcaron en San Isidro, desde donde partieron en 2 pequeños lanchones, cada uno con capacidad para unas 20 personas.
Para su seguridad, eligieron cruzar el río en una noche con poca luna, y así no ser vistos. Cuentan escritos de la época que durante la travesía, los lanchones pasaron a poca distancia de buques enemigos, cuyos faroles podían verse.
Afortunadamente, los dos grupos de orientales que habían salido de San Isidro lograron llegar a suelo patrio sin mayores inconvenientes.
El 19 de abril de 1825 desembarcaron en Soriano, en la playa conocida como “la Agraciada”. Allí, reiteraron -al mando de Juan Antonio Lavalleja- el juramento que habían hecho en Buenos Aires: liberar la patria o morir por ella.
No se sabe con exactitud cuántos eran los orientales que ese día llegaron a la Agraciada, pero se los recuerda con el número 33 como un símbolo de la Cruzada, que seguiría con fervor desde allí y hasta la Independencia.
La bandera de los Treinta y Tres Orientales
Los orientales que resistían en Argentina la dominación luso-brasileña, y que se lanzaron a liberar la patria en la Cruzada Libertadora, necesitaban un estandarte.
Adoptaron entonces para su bandera los colores que José Artigas -quien se había visto obligado a retirarse al Paraguay en 1820- había usado siempre.
La bandera de los Treinta y Tres orientales es actualmente uno de nuestros símbolos patrios, junto con el Pabellón nacional, la bandera de Artigas, el Himno nacional y la escarapela nacional.
Está formada por tres franjas horizontales.
La azul, en la parte superior, simboliza la grandeza.
La blanca, en el medio, la república.
La roja, en la parte inferior, la sangre derramada por la libertad y la independencia.
Lleva la leyenda “LIBERTAD O MUERTE” reafirmando el juramento que animaba la Cruzada y que habían hecho los orientales a su Patria.
El Juramento de los Treinta y Tres Orientales
Existe un famoso cuadro de Juan Manuel Blanes (1830-1901), que ilustra el momento en que los orientales prestaban juramento en la playa de la Agraciada.
Blanes es conocido también como “el pintor de la patria” debido a su gran interés por pintar los “grandes asuntos” de nuestro país, a fin de nutrir el sentimiento de identidad nacional.
En efecto, la temática histórica está presente en casi toda su obra, así como el retrato, con un carácter documental o testimonial de la época.
El pintor era en su trabajo muy fiel a lo real, lo cual se aprecia en sus cuadros, y gustaba de reconstruir exactamente los detalles y situaciones. Tal es el caso de la pintura de referencia, cuyos bocetos iniciales fueron hechos en el mismo lugar del desembarco.
El Desembarco de los Treinta y Tres Orientales un 19 de abril -fecha patria que recordamos cada año- representó un hecho medular en la Cruzada Libertadora de 1825.
La Provincia Oriental había sido invadida por los portugueses en 1816 y, al ser incorporada a Portugal, había pasado a denominarse Provincia Cisplatina.
En setiembre de 1822, Brasil declaró su independencia y quiso que la Cisplatina quedara bajo su dominio.
Desde Buenos Aires y otros lugares de Argentina, un grupo de orientales liderados por Juan Antonio Lavalleja -quienes habían tenido que huir de su patria al oponerse a las intenciones del Imperio de Brasil- planeaba darle fin al dominio extranjero.
La victoria en la batalla de Ayacucho librada en 1824, que terminaba con el poderío español en esta región de América, llenó de entusiasmo y ánimo a estos patriotas.
Comenzaron entonces a organizarse para reunir dinero y armas a efectos de lograr sus objetivos. Se reunían en la sastrería de Pérez y Villanueva, cuyo encargado era el montevideano Ceferino de la Torre, o en los saladeros de otros compatriotas como Pascual Costa o Pedro Trápani. Contaron además con el apoyo del gobierno de Buenos Aires.
Cuando todo estuvo listo, hechos los contactos para proveerse de caballos cuando llegaran a las costas uruguayas, los orientales se embarcaron en San Isidro, desde donde partieron en 2 pequeños lanchones, cada uno con capacidad para unas 20 personas.
Para su seguridad, eligieron cruzar el río en una noche con poca luna, y así no ser vistos. Cuentan escritos de la época que durante la travesía, los lanchones pasaron a poca distancia de buques enemigos, cuyos faroles podían verse.
Afortunadamente, los dos grupos de orientales que habían salido de San Isidro lograron llegar a suelo patrio sin mayores inconvenientes.
El 19 de abril de 1825 desembarcaron en Soriano, en la playa conocida como “la Agraciada”. Allí, reiteraron -al mando de Juan Antonio Lavalleja- el juramento que habían hecho en Buenos Aires: liberar la patria o morir por ella.
No se sabe con exactitud cuántos eran los orientales que ese día llegaron a la Agraciada, pero se los recuerda con el número 33 como un símbolo de la Cruzada, que seguiría con fervor desde allí y hasta la Independencia.
La bandera de los Treinta y Tres Orientales
Los orientales que resistían en Argentina la dominación luso-brasileña, y que se lanzaron a liberar la patria en la Cruzada Libertadora, necesitaban un estandarte.
Adoptaron entonces para su bandera los colores que José Artigas -quien se había visto obligado a retirarse al Paraguay en 1820- había usado siempre.
La bandera de los Treinta y Tres orientales es actualmente uno de nuestros símbolos patrios, junto con el Pabellón nacional, la bandera de Artigas, el Himno nacional y la escarapela nacional.
Está formada por tres franjas horizontales.
La azul, en la parte superior, simboliza la grandeza.
La blanca, en el medio, la república.
La roja, en la parte inferior, la sangre derramada por la libertad y la independencia.
Lleva la leyenda “LIBERTAD O MUERTE” reafirmando el juramento que animaba la Cruzada y que habían hecho los orientales a su Patria.
El Juramento de los Treinta y Tres Orientales
Existe un famoso cuadro de Juan Manuel Blanes (1830-1901), que ilustra el momento en que los orientales prestaban juramento en la playa de la Agraciada.
Blanes es conocido también como “el pintor de la patria” debido a su gran interés por pintar los “grandes asuntos” de nuestro país, a fin de nutrir el sentimiento de identidad nacional.
En efecto, la temática histórica está presente en casi toda su obra, así como el retrato, con un carácter documental o testimonial de la época.
El pintor era en su trabajo muy fiel a lo real, lo cual se aprecia en sus cuadros, y gustaba de reconstruir exactamente los detalles y situaciones. Tal es el caso de la pintura de referencia, cuyos bocetos iniciales fueron hechos en el mismo lugar del desembarco.
DANIEL VIGLIETTI
Daniel Alberto Viglietti Indart (Montevideo, 24 de julio de 1939) es un cantante, compositor y guitarrista, considerado uno de los mayores exponentes del canto popular de Uruguay.
Nacido el 24 de julio de 1939 en el seno de una familia de músicos —su madre es la pianista Lyda Indart, y su padre el guitarrista Cédar Viglietti—, desde niño entra en contacto con la música clásica y popular. Estudia guitarra con los maestros Atilio Rapat y Abel Carlevaro, adquiriendo así una sólida formación como concertista para luego dedicarse, en los años 1960, principalmente a la música popular.
Su obra [editar]Su obra musical se caracteriza por una particular mezcla entre elementos de música clásica y del folclore uruguayo y latinoamericano. Desde "Hombres de nuestra tierra", su segundo disco a dos voces con Juan Capagorry, inicia un trabajo compartido con escritores, musicalizando luego poemas de Líber Falco, César Vallejo, Circe Maia, los españoles Rafael Alberti y Federico García Lorca, el cubano Nicolás Guillén entre otros.
Entre sus composiciones más conocidas están A desalambrar, Canción para mi América, Milonga de andar lejos y Gurisito. Su obra tiene proyección mundial, siendo interpretada por cantantes de varias nacionalidades, como Víctor Jara, Amparo Ochoa, Isabel Parra, Joan Manuel Serrat, Mercedes Sosa, Chavela Vargas y Soledad Bravo entre muchos otros.
Información personal
Nombre real: Daniel Viglietti
Nacimiento: 24 de julio de 1939
70 años; Uruguay, Montevideo.
Ocupación(es): Cantautor
Daniel Alberto Viglietti Indart (Montevideo, 24 de julio de 1939) es un cantante, compositor y guitarrista, considerado uno de los mayores exponentes del canto popular de Uruguay.
Nacido el 24 de julio de 1939 en el seno de una familia de músicos —su madre es la pianista Lyda Indart, y su padre el guitarrista Cédar Viglietti—, desde niño entra en contacto con la música clásica y popular. Estudia guitarra con los maestros Atilio Rapat y Abel Carlevaro, adquiriendo así una sólida formación como concertista para luego dedicarse, en los años 1960, principalmente a la música popular.
Su obra [editar]Su obra musical se caracteriza por una particular mezcla entre elementos de música clásica y del folclore uruguayo y latinoamericano. Desde "Hombres de nuestra tierra", su segundo disco a dos voces con Juan Capagorry, inicia un trabajo compartido con escritores, musicalizando luego poemas de Líber Falco, César Vallejo, Circe Maia, los españoles Rafael Alberti y Federico García Lorca, el cubano Nicolás Guillén entre otros.
Entre sus composiciones más conocidas están A desalambrar, Canción para mi América, Milonga de andar lejos y Gurisito. Su obra tiene proyección mundial, siendo interpretada por cantantes de varias nacionalidades, como Víctor Jara, Amparo Ochoa, Isabel Parra, Joan Manuel Serrat, Mercedes Sosa, Chavela Vargas y Soledad Bravo entre muchos otros.
Información personal
Nombre real: Daniel Viglietti
Nacimiento: 24 de julio de 1939
70 años; Uruguay, Montevideo.
Ocupación(es): Cantautor
Información artística
Género(s): Canción de autor
Instrumento(s): Voz, guitarra
Período de actividad: 1963 – actualidad
Género(s): Canción de autor
Instrumento(s): Voz, guitarra
Período de actividad: 1963 – actualidad
lunes, 12 de abril de 2010
- DIVISIBILIDAD
Un número b es divisible por otro a cuando la división es exacta.
CRITERIOS DE DIVISIBILIDAD
Los siguientes criterios nos permiten averiguar si un número es divisible por otro de una forma sencilla, sin necesidad de realizar una división:
Criterio de divisibilidad por 2
Un número es divisible por 2, si termina en cero o cifra par.
Criterio de divisibilidad por 3
Un número es divisible por 3, si la suma de sus dígitos nos da múltiplo de 3.
Criterio de divisibilidad por 4
Un número es divisible por 4, si sus dos últimas cifras son ceros o múltiplo de 4.
Criterio de divisibilidad por 5
Un número es divisible por 5, si termina en cero o cinco.
Criterio de divisibilidad por 6
Un número es divisible por 6, si es divisible por 2 y por 3.
Criterio de divisibilidad por 7
Un número es divisible por 7 cuando la diferencia entre el número sin la cifra de las unidades y el doble de la cifra de las unidades es 0 ó múltiplo de 7.
Criterio de divisibilidad por 8
Un número es divisible por 8, si sus tres últimas cifras son ceros o múltiplo de 8.
Criterio de divisibilidad por 9
Un número es divisible por 9, si la suma de sus dígitos nos da múltiplo de 9.
Criterio de divisibilidad por 10
Un número es divisible por 10, si la cifra de las unidades es 0.
domingo, 11 de abril de 2010
¿QUÉ ES UNA REVOLUCIÓN?
Revolución es el cambio o transformación radical y profunda respecto al pasado inmediato. Se puede producir en varios ámbitos al mismo tiempo, tales como económicos, culturales, religiosos, políticos, sociales, militares, etc. Los cambios revolucionarios, además de radicales y profundos, y sobre todo traer consecuencias trascendentales, han de percibirse como súbitos y violentos, como una ruptura del orden establecido o una discontinuidad evidente con el estado anterior de las cosas, que afecte de forma decisiva a las estructuras. Si no es así, debería hablarse mejor de una evolución, de una transición o de una crisis. Si lo que falta es su carácter trascendental, debería hablarse mejor de una revuelta. Las revoluciones son consecuencia de procesos históricos y de construcciones colectivas, para que una revolución exista es necesario que haya una nueva unión de intereses frente a una vieja unión de estos.
Revolución es el cambio o transformación radical y profunda respecto al pasado inmediato. Se puede producir en varios ámbitos al mismo tiempo, tales como económicos, culturales, religiosos, políticos, sociales, militares, etc. Los cambios revolucionarios, además de radicales y profundos, y sobre todo traer consecuencias trascendentales, han de percibirse como súbitos y violentos, como una ruptura del orden establecido o una discontinuidad evidente con el estado anterior de las cosas, que afecte de forma decisiva a las estructuras. Si no es así, debería hablarse mejor de una evolución, de una transición o de una crisis. Si lo que falta es su carácter trascendental, debería hablarse mejor de una revuelta. Las revoluciones son consecuencia de procesos históricos y de construcciones colectivas, para que una revolución exista es necesario que haya una nueva unión de intereses frente a una vieja unión de estos.
PINTURA "LA LIBERTAD GUIANDO AL PUEBLO"
El lienzo representa una escena del 28 de julio de 1830 en la que el pueblo de París levantó barricadas. El rey Carlos X de Francia había suprimido el parlamento por decreto y tenía la intención de restringir la libertad de prensa. Los disturbios iniciales se convirtieron en un levantamiento que desembocó en una revolución seguida por ciudadanos enojados de todas las clases sociales. No existió un único cabecilla. Por eso Delacroix representa a la Libertad como guía que conduce al pueblo. Tampoco está representada de una forma abstracta, sino que es una figura alegórica muy sensual y real.
El espectador sólo tiene dos posibilidades, el unirse a la masa, o el ser arrasado por ella. El pueblo es la unión de clases: se representa al burgués con su sombrero de copa y empuñando el fusil, al lado un andrajoso y un herido que pide clemencia a Francia. Al fondo aparecen brumas y humos de la batalla que diluyen un barrio francés bastante realista. A los pies de la Libertad un moribundo la mira fijamente indicándonos que ha valido la pena morir por ella.
Personajes [editar]En el cuadro aparecen jóvenes, adultos, clase obrera, burgueses y soldados defendiendo a la Libertad que, como ya se ha dicho, en este caso se identifica también con Francia y es representada como una mujer empuñando un fusil de la época (rasgo realista) y con el pecho al descubierto, hecho este último que escandalizó a críticos y a parte de la sociedad de la época. Entre los muertos del primer plano (abajo, a la derecha del espectador) aparecen también soldados leales a Carlos X. Su anatomía es perfecta.
El personaje del sombrero es un burgués, en el que se autorretrata Delacroix a pesar de que no participó en los hechos. En una carta fechada el 18 de octubre de 1830 escribió a su hermano: "He comenzado un cuadro de tema moderno, una barricada... y, si no he luchado por la patria, por lo menos pintaré para ella". Aunque, como era habitual en los románticos, Delacroix criticaba a la pequeña burguesía por su estrechez de miras, él mismo procedía de una familia de la alta burguesía y frecuentaba los salones y los ambientes de las altas esferas burguesas. Por otra parte, así como fue revolucionario en 1830, adoptó una postura contrarrevolucionaria en 1848, en la que comienza a emerger la clase obrera (ese año Marx publica su Manifiesto Comunista). En cualquier caso como ocurrió con David, fue un autor políticamente comprometido.
La figura de la Libertad (que recuerda a algunos la Venus de Milo y a otros la Victoria alada de Samotracia) porta dos símbolos revolucionarios: el gorro frigio y la bandera tricolor, que el nuevo régimen -a pesar de ser monárquico- adoptó nuevamente. En segundo plano, a la derecha del espectador, encontramos Notre-Dame de París, en una de cuyas torres ondea la bandera revolucionaria, quizás para afirmar el sometimiento de la iglesia, que había sido uno de los apoyos de la restauración borbónica.
Composición [editar]La composición del cuadro es claramente piramidal, presentando muchas coincidencias con La Balsa de Medusa de Géricault, obra en la que posiblemente se inspira. Argan ha señalado que al igual que en la balsa, «el plano de apoyo es inestable, construido con vigas inestables (la barricada), y de esta inestabilidad nace y se desarrolla in crescendo el movimiento de la composición» que acaba culminando en una persona que agita algo, en el caso de la balsa un harapo y en este una bandera. No obstante, este mismo autor señala que aunque hay similitudes, también hay diferencias, y así en mientras que en la obra de Géricault el movimiento es de delante hacia atrás, en la Libertad es todo lo contrario (hacia el espectador). Cuadros de Goya como La carga de los mamelucos o Los fusilamientos del 3 de mayo, parecen también haber influido en esta obra, por las asimetrías, las diagonales y los estallidos de color.
Características formales
Forma abierta
La sensación de perspectiva está presente en la obra gracias a los edificios del fondo y a la multitud, que se va alejando y reduciendo en tamaño al fondo del lienzo.
La línea del horizonte es algo inestable, sería la línea imaginaria entre las cabezas de la multitud al fondo del cuadro, que se difuminan con el humo y los edificios del fondo del lienzo.
Los tres elementos (bandera, camisa del muerto de la izquierda y vestimenta del herido que se alza frente a la Liberdad) forman una línea recta imaginaria que forma un eje central.
Las figuras principales se enmarcan dentro de una pirámide que asciende en el vértice de la cual el eje central es la Libertad y los dos muertos en primer término cierran el triángulo.
La luz del cuadro es irreal, ilumina la Libertad con la bandera tricolor, una parte del cuerpo del niño que hay a su lado, al moribundo de la chaqueta azul, al muerto del margen inferior izquierdo y las manos y media del hombre del sombrero de copa. En este caso la luz y el color tienen un objetivo en común: potenciar el movimiento.
Las pinceladas muestran una gran desenvoltura y ondulación. El rojo y el azul de la bandera, de la vestimenta del herido que se alza delante de la Libertad, y de la camisa del muerto de la izquierda resaltan por encima de todo el predominio de las tonalidades ocres y grises del conjunto.
EL JUGADOR - E.GALEANO
EL JUGADOR
Aquel no era un domingo cualquiera del año 67. Era un domingo de clásico. El club Santa Fé definía el campeonato contra el Millonarios, y toda la ciudad de Bogotá estaba en las tribunas del estadio. Fuera del estadio, no había nadie que no fuera paralítico o ciego.
Ya el partido estaba terminando en empate, cuando en el minuto 88 un delantero desl Santafé, Omar Lorenzo Devanni, cayó en el área, y el árbitro pitó penal. Devanni se levantó, perplejo: aquello era un error, nadie lo había tocado, él había caído porque había tropezado.
Los jugadores del Santafé llevaron a Devanni en andas hasta el tiro penal. Entre los tres palos, palos de horca, el arquero aguardaba la ejecución. El estadio rugía, se venía abajo.
Y entonces Devanni colocó la pelota sobre el punto blanco, tomó impulso y con todas asus fuerzas disparó muy afuera, bien lejos.
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